Tras el periodo vacacional, nuestros bolsillos suelen estar vacíos y por lo tanto es cuando más duelen los excesos en la cuenta al salir del supermercado, Las grandes superficies están diseñadas para que compremos más de la cuenta y sobre todo cosas que en realidad no necesitamos. Existen sin embargo trucos para evitar que los estímulos que nos impulsan a la compra acaben por ganarnos la partida
Nos suele pasar a muchas y muchos que entramos en super semanalmente necesitando cosas acaso por el valor de 100 dólares y salimos con una cuenta de 300 dólares y un montón de productos de más, una buena parte de los cuales no sabemos si realmente los necesitamos, y algunos de ellos desgraciadamente destinados a pasarse en la alacena o pudrirse en el frutero o la nevera.
Frente a esta tentación constante, que nos acecha una vez dentro de esta “selva de productos” que puede ser una gran superficie, no debemos dejarnos vencer y asumir que siempre gastaremos el triple de lo que queremos y necesitamos. Hay esperanza y se llama neo-cortex cerebral, es decir la zona de nuestro cerebro que toma las decisiones de manera racional.
En Seypre te compartimos 8 trucos sencillos que ayudarán a ahorrar dinero en la cuenta del super.
- Ir siempre con el estómago lleno
Norma básica principal es no ir nunca con sensación de hambre, pues cualquiera de nosotros ha comprobado que cuando tenemos hambre tendemos a comprar alimentos de manera compulsiva con el fin de saciarla. Como no podemos hacerlo en pleno súper, seguimos llenando el carrito. Así que ir siempre comidos, aunque sea de unas piezas de fruta o un bocadillo.
- Hacer en casa una primera lista de los productos estrictamente necesarios
La segunda norma es salir con la lista de los imprescindibles, lo que de verdad necesitamos; seguramente es una lista triste, pero ajustada a la realidad.
- Fijar una cantidad límite a gastar
Es decir con lo que nos podemos gastar para ir bien durante el mes. Pongamos que son 120 dólares; en ellos tienen que estar al menos los imprescindibles y si sobra dinero, podemos dar juego a alguno de los caprichos según orden de oportunidad, excluyendo siempre los innecesarios. Por ejemplo, la carne es necesaria, la hamburguesa un capricho y el pollo en salsa barbacoa picante puede ser innecesaria a todas luces. Ahí cada uno juega con sus preferencias, pero ciñéndonos al presupuesto.
- Optar por las cestas y evitar el carro
Otra regla de oro es tomar siempre la cesta más pequeña, o si se quiere más ajustada a la compra que se vaya a hacer, ya que a la sensación de vacío que provoca una cesta o carro grande se contrapone con la necesidad de llenarla. En cambio la cesta o cestas menores, cuando se llenan ofrecen sensación de plenitud, como una especie de saciedad del deseo de adquirir. Si somos dos o más podemos coger una cesta cada uno.
- Seguir las indicaciones para ir directamente a los productos
Aunque los pasillos resulten laberínticos y caóticos, si miramos para el techo veremos que hay indicaciones de qué podemos encontrar en el pasillo, y en algunos casos nos ayudarán a ir lo más directos posibles a la fila donde están los productos necesarios. Nos ahorraremos así muchas tentaciones.
- Evitar ir con niños
Si es posible, mejor no llevar a los niños, ya que su deseo por los productos destinados a ellos está más exacerbado.
- Cuidado con los packs 2×1, 3×2, etc.
¿Necesitamos realmente un exceso de cervezas, café de máquina, latas de atún u otras cosas que se nos ofrecen en los packs ahorro? El problema no es que tomemos un pack una semana en concreto, sino que lo hagamos por norma y vayamos acumulando más existencias de las que necesitamos mientras crece la cuenta…
- Aceptar sólo las ofertas en los productos de la primera lista
Las ofertas siempre son tentadoras, pero suelen producirse en productos cercanos a su caducidad, o bien cuando una marca quiere darse a conocer en el mercado. Puede que coincida con los productos que necesitemos y con nuestra coyuntura, por ejemplo que el producto se pueda congelar o que nos apetezca probar la nueva marca. Fuera de estas circunstancias, nos grabaremos en la psique la norma de rechazarlas, especialmente las que se reparten cerca de las cajas de pago.